Cuando hablamos de monumentos románicos de Santiago de Compostela, nos viene a la mente la gran catedral. Pero si investigamos la ciudad encontramos grandes construcciones como la Colegiata de Santa María de Sar.
Es un templo católico situada a orillas del río Sar, declarado Bien de Interés Cultural. Las obras iniciales datan en el segundo tercio del siglo XII en tiempos de Diego Gelmírez, y no finalizan hasta el siglo XIII.
La plata de la iglesia es basilical con tres naves separadas por pilares con decoración vegetal, apoyándose en ellas la bóveda de cañón. Los ábsides tienen formas diferentes, siendo el central de forma poligonal, y los laterales semicirculares. Todos ellos de gran belleza con sus ventanas, columnas, y las decoraciones con canecillos esculpidos en los ábsides laterales.
En el siglo XVIII para evitar que el edificio se derrumbe, debido al exceso de altura que le quisieron aportar, se construyeron los inmensos arbotantes laterales, actualmente una de las características mas destacadas del templo.
La portada principal, con decoración austera pero elegante, esta formada por arquivoltas de medio punto sobre columnas decoradas.
El interior, iluminado por sus ventanas laterales y el rosetón en el ábside central, cabe destacar la inclinación de los arcos y pilares hacia el exterior, a causa de las filtraciones de agua del río Sar.
Por ultimo, terminar hablando de su claustro, con un ala que conserva el estilo románico alterado por los contrafuertes, además de sus arcos con sus arquivoltas y capiteles repletas de decoraciones florales y geométricas.
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